domingo, 4 de enero de 2009

Traducciones desde Grecia (8)


Arde Bebe! Arde! : Una carta de Amor para Atenas


31 de Diciembre del 2008

He querido escribirte esta carta durante un tiempo, desde el momento que oí sobre el asesinato de Alex… pero no ha habido tiempo para cartas de amor hasta ahora No ha habido tiempo para pensar, ni tiempo para escribir. Desde que todo esto empezo has estado ardiendo. Como entregas una carta a una ciudad en llamas? Solo intente llegar a ti lo más rápido que pude.

Supe que esta vez no seria como siempre en cuanto llegue. Las cabezas parlantes en la TV aullaban como siempre pero había algo aun mas vicioso y desesperado en su voz, se ha vuelto algo similar a los gemidos de un perro herido y asustado. Me aburri de observarles bastante rapido. Para mi disfrute poco sentido tenia escuchar lloriqueos por la caída de su orden, no podía obtener más que un mero placer al ver sus miradas, la mirada del perro cuyo maestro ha desaparecido dejándole solo, sin nada que defender sino un espejismo, tierra quemada. Sabía que tenía que golpear tus calles. Para llegar a ti, Tenia que estar ahí fuera. Eso lo sabía. Lo que no sabia era que esperar.

Salí por la puerta del frente.

Caminar por tus calles en la noche del funeral de Alex se sintió como un extraño sueño. Como de uno de esos sueños míos en los que no veo nada, solo puedo sentir que estoy cayendo. Una caída libre, oscuridad alrededor, y sentí esta mezcla de miedo, excitación y perplejidad. Solo puedo pensar, “Ahora que?”. Calle tras calle, esquina tras esquina. Policías por todas partes pero no eran ellos quines me preocupaban. Lo que moría por descubrir era cual era la situación en la Politécnica. Habia mas de tus chicos alli? Estar solo, en una noche como esta, solo traería de nuevo esa horrible sensación de vértigo. Para expresar la rabia que sentí, Necesitaba muchos de mi lado. Todos lo necesitábamos.

Me estaba acercando a la Politécnica.

Un sonido de golpes se volvía más alto. Un lento gruñido viniendo de la distancia. Podía empezar a sentir lo que estaba pasando. Unas noches atrás ellos se llevaron uno de tus niños. Esta noche, Como en las dos noches previas, el resto de tus salvajes y fieles niños están jugando. No te dejaremos sola, nunca mas dejaremos a nadie solo. Camine en la avenida Patision y me encontré con una visión imborrable. Supe que estabas orgullosa en ese momento, Pude sentirlo. Miles y miles de tus niños estaban alli. No hubo convocatoria a una manifestación, ni encuentro oficial, nada siquiera similar a una negociación con la normalidad, con su turbio orden. Era el festín de los tontos, una masa delirante, un encendido de las calles popular. Vi emigrantes de todas partes, Vi punks de Eksarhia, Vi tus fieles dementes que suelo ver rondando tus calles. Los peatones siempre ven a través de ellos, caminan enfrente, al costado, sobre ellos. No esa noche. Esa noche no había peatones, esa noche todos estábamos en la calle por Alex, estábamos ahí por nosotros, estábamos ahí por ti. Esa noche convertimos la avenida Patision en tu ardiente corazón.

(…)

La mañana siguiente nunca llego. Lo que llego ya no era una mañana; las tardes que siguieron ya no eran tardes. Días y Noches se juntaron en un momento: nuestro largo, largo momento de revuelta. Tu recuerdas ese momento? Que estoy diciendo, como podrías olvidarlo. Al principio, esa extraña sensación de que la gente te había abandonado, de que estaban asustados, de que las cabezas parlanchinas finalmente habían ganado. Largas asambleas en las universidades, una manifestación atrás de la otra, dos, tres y cuatro el mismo día. No queríamos dejarte ni por un momento, no queríamos dejar tus calles. Si íbamos a casa, la normalidad ganaría y entonces, vivir en tus calles era nuestra única protección contra ello. Y más de tus chicos saldrían de sus casas. Saldrían con reservas pero con convicción de que algo estaba ocurriendo. Ellos vieron la mirada en los ojos de las cabezas parlanchinas, sabían que algo estaba mal. Pero que? La única forma de averiguarlo era en las calles. Éramos más. Y más. Los días se convirtieron en semanas. Nos estábamos cansando. Fue ese el plan de la normalidad desde un principio? Dejar que los niños se exhausten jugando? No pueden ver (tu puedes, estoy seguro) que esto no es un juego para ninguno de nosotros quienes jugamos, que no estaba cambiando de una vez y para siempre? De repente, tan pronto como todo empezó, todo empezó a llegar aun final. El terrible momento se acercaba, Temimos: nos íbamos a casa. Estaba en la Avenida Patision Viendo una de las cabezas parlanchinas respirar con alivio. Por un momento, Lo crei. Comencé a caminar pasando por el aun ocupado edificio de la confederación general de trabajadores.

Me detuve.

Trate de absorber la imagen frente a mis ojos. El edificio estaba envuelto en pancartas y una inmensa bandera rojinegra adornaba la cima. Los parlantes de toda la calle estaban bajo el control de los ocupantes. Y sonaba:

Landlords and power whores
On my people they took turns
Dispute the suits I ignite
And then watch ‘em burn
Burn, burn, yes ya gonna burn (*)

Tocaban nuestra canción, tocaban tu canción, la canción de los miles de Alexis que se cobijan en tus calles. Y en ese momento, Lo supe. Supe que no había acabado, ni de cerca, que lo que habíamos vivido hasta ahora era solo un vistazo de lo que estaba por venir. Los saludo, Los saludo a ustedes y alo que esta por venir._
–Chico desviado (Deviant Kid)

(*)Bombtrack - Rage Against the machine

No hay comentarios: